¿Por dónde empezamos? Empecemos desde abajo, desde el punto de contacto con el suelo: desde los pies y las piernas.

Algunos de los trastornos que padecemos están relacionados con nuestros pies o piernas. Sin embargo, gracias a nuestros pies y piernas nos movemos todos los días, y a menudo los sentimos pesados después de una jornada de trabajo, aunque hayamos estado la mayor parte del tiempo sentados en la oficina.

Hay algo que puede hacer ahora mismo para mejorar el aspecto de su cuerpo. Pocos productos esenciales para el cuidado de la piel diseñados para ofrecerte las mismas prestaciones que los productos profesionales de uso doméstico.

¿No sería genial conseguir excelentes resultados en tu piel como si hubieras ido a un salón de belleza o a un spa? Es sencillamente increíble, ¿verdad? ¿Pero adivina qué? Ahora es totalmente posible.

Tienes muchas opciones en el mercado para cuidar tu rostro y cuello. Pero aquí es realmente diferente. Empezar desde abajo con una rutina completa también mejora tu rostro y tu expresión.

Empecemos por pies y piernas, recuerda, lo hacemos con fórmulas profesionales, y aprovechamos el poco tiempo que nos da el día a día. Puedes tonificar, nutrir y rejuvenecer tu rostro, cuello y escote. Con unos pocos y eficaces pasos. Yo-!

En primer lugar, reduce el estrés. No te desquites con tu jefe, no mandes a la mierda a ese vecino arrogante, no dejes que tu novio o novia te estrese, ni a nadie en general. Además de provocar enfermedades graves y debilitar el sistema inmunitario, el estrés también estropea la piel, haciéndola parecer apagada, tirante y visiblemente débil. Varios estudios han demostrado que el estrés afecta a diversas afecciones dermatológicas al contribuir a los procesos inflamatorios. El estrés puede afectar al eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal y provocar la liberación de mediadores proinflamatorios desde el sistema nervioso periférico hasta las células de la piel. Puede que te haya ocurrido que cuando experimentas un fuerte estrés, o después de periodos estresantes, te aparezcan manchas, ampollas o, en otros casos, incluso herpes en la cara, u orzuelos alrededor de los ojos.

Así que si no quieres desperdiciar la calidad de nuestros cuidados de la piel, ¡no te estreses!

La luz solar es importante para nuestra piel y ayuda a nuestro cuerpo a producir vitamina D. Esta vitamina ayuda a controlar el metabolismo del calcio y mantiene controlados los niveles de fósforo en sangre. Así, si una exposición excesiva y sin protección puede favorecer la aparición de tumores cutáneos, por otro lado, el sol ayuda a tratar ciertas afecciones dermatológicas, como la psoriasis y algunas formas de dermatitis y eczema. Y si realmente queremos ver las cosas desde otras perspectivas, la luz solar mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y, como consecuencia, tu piel también mejorará. Así que no demasiado sol, pero tampoco demasiado oscuro. No exponerse al sol también reduce la producción de melanina, un elemento muy importante para nuestra piel. La melanina ayuda a prevenir el envejecimiento de la piel, combate el proceso degenerativo causado por la exposición al sol y neutraliza la producción de radicales libres.